Paula Ortega, voluntaria de la tienda de Rancagua cuenta que fue una grata experiencia, en que los niños los llenaron de alegría. “El voluntariado de Fiestas Patrias fue una experiencia maravillosa y bien enriquecedora, donde pudimos interactuar con los niños y crear diferentes adornos para decorar la sala de clases”, dice. Y agrega: “Por parte de los voluntarios quedaron muy satisfechos con la actividad y encontraron que hubo mucha conexión con los cursos. Estaban muy animados realizando los adornos. Los niños por su parte estaban muy felices con la presencia de los voluntarios. Ya nos reconocen y saben que somos de Falabella y que venimos a hacer actividades”.
Cada caja contenía: Cintas de papel volantín blanco, azul y rojo, pegamentos, lápices bicolor, bandera de Chile para pintar, flores de papel, scotch, pita y un instructivo.